miércoles, 18 de mayo de 2011

Interrupción

- Déjame contarte sobre alguien que conocí. Me cuesta, en serio. Es increíble, es decir, no me lo creerás. Nos entendemos tan bien que no lo entendemos. Es sorprenderte. De verdad, no te lo imaginas. Tampoco debemos adornar...

- Te das más vueltas que pez en el agua para explicar algo que no suena para nada cierto. Espera, ¡qué falta de claridad hay en eso mismo! Los salmones, por ejemplo, naturalmente que ven influenciado su movimiento de forma permanente por el cauce del río, completando rara vez siquiera una vuelta. Como quiero hablar claro para dejarte una mejor impresión, tengo formas muchísimo más apropiadas para decir lo mismo sin perder generalidad. "Te das más vueltas que pez en tornado". Mejor aún, "te das más vueltas que hámster corriendo en la rueda de su jaula, en un tornado, desde el punto de vista de la rueda". Suena atractivo, pero el tornado estaría de más. Pensándolo bien, bastaría elegir algún otro sistema de referencia para agregar que de hecho estaría también dando vueltas alrededor del Sol, del centro galáctico y de muchos otros cuerpos celestes, pero para poder tomar la mayoría de ellos en cuenta habría que extender demasiado el horizonte temporal, y el hámster moriría. Por otro lado, es lógico asumir que, producto del sacudimiento de su oído medio por el fuerte viento del que es presa, el hámster estaria mareado, percibiendo muchas más vueltas de las que realmente estaría dando, por lo que tal vez ha de utilizarse convenientemente su perspectiva al realizar la medición, que pasaría a ser subjetiva. Finalmente, el tornado podría estarse desplazando sobre una pista de carreras y siguiendo, por fortuita coincidencia, su trazado de manera exacta, siendo otra potencial fuente de vueltas. La perseverancia del hámster es conmovedora. Está doblemente atrapado, pero sigue ejercitándose en miras de su futuro como hámster. No le importa nada.

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